sábado, 15 de marzo de 2008

Próxima estación....Olvido

Doce campanas sonaron, ya era tarde. Ya se había cumplido el plazo. Todo estaba concretado. Todo ahora era imposible, no había marcha atrás. Ni consuelo para su impotencia.
Caminó despacio hacia el enorme portal que la invitaba a retirarse, a dejar todo detrás de él y a volver a su hogar.
Encendió un cigarrillo con manos temblorosas y cruzó hacia la calle. Pitó ese cigarro hasta que se le quemaron los dedos, el sabor amargo del filtro quemado la hizo entrar en conciencia de que era tarde, más tarde aún. Siempre era más tarde.
Tiró lo que quedaba en el suelo y lo pisó con rabia, pisando su dolor y su angustia. Levantó la mano, subió al colectivo y se sentó sobre sus sueños, sobre las esperanzas.
Miró una vez más el camino recorrido, con la suave ilusión de verlo una vez más, de sentir su piel, su sonrisa, su cálido espíritu reflejado en el aliento de su boca.
Pero el camino era desierto, y formaba un oasis sus lágrimas no derramadas.
Bajó del colectivo y caminó por la calle, susurro suavemente el nombre de su amado perdido, de su hombre fugaz, de aquel que hacia solo una hora había subido a ese micro, con destino al olvido.

5 comentarios:

Que Buena Vida! dijo...

"Doce campanas sonaron, ya era tarde. Ya se había cumplido el plazo. Todo estaba concretado. Todo ahora era imposible, no había marcha atrás. Ni consuelo para su impotencia." Me gusta esta historia "extranjera", (lo de extranjero, lo digo porque dice que al sonar las doce campanas todo estaba concretado y que era imposible dar marcha atrás, y en Argentina, hoy, no es imposible llegar a las doce con doce campanadas y volver el tiempo hacia atras, al menos una hora.)
Pero me gustó, esta original cenicienta que en vez de carreta con forma de zapallo y dos caballos ex ratones, se las toma en un bondi.
Saludos de Principe azul desteñido, tirando a celeste.

ClaudiaRG dijo...

Es un viaje largo y con bastantes paradas no programadas. Porque cuando decides embarcarte en este tren y tienes claro tu destino, son muchos los impedimentos del camino que se hacen cómplices para dificultarte la labor. Siempre sufrimos algun desperfecto... y muchas veces es un desperfecto personal, porque nos cuesta mucho aceptar que hay que olvidar y nada más.
Es verdad eeso que decis, que uno mira hacia atrás el camino que recorrió y que lo hace con ilusión, pero no se si en mi caso es para verlo una vez más sino para sentir que estoy empezando una vez más y de verdad... otras no miro atrás, porque sería mi perdición, terminaría por no irme jamás...
Pero te habrás dado cuenta que aunque vaya muy segura en mi viaje al "olvido" hay personas que se esfuerzan por hacerse notar,pensando que yo sigo en la estación anterior... y qué equivocadas que están!!!!

Hermosoooooo

Besotes enormeessss
abrazos virtualesssss

Claudia!!!!

Anónimo dijo...

Lindísimas metáforas, Gigi! Me gustó mucho, y también el título que elegiste, genial!
Es más, creo que este escrito supera otros textos tuyos, y me alegro mucho porque creo humildemente que estás encontrando un bello estilo propio.

Besos!

Ricardo Tribin dijo...

Gigita,

Historia sensible acompanada de las campanadas que implican quizas ese final.

abrazos...

Lau dijo...

Este es uno de tus escritos q más me han gustado!...

Cuesta poner a nuestros Sentimientos,a nuestra historia, en manos del olvido ,entonces usamos nuestras ilusiones, como si ellas pudieran ser capaces de revertir las cosas, de provocar algún cambio...pero la realidad tiene más poder q nuestros deseos, entonces no queda otra opción que aceptarla y dejar q el olvido cumpla con su tarea......
Me encantó!!, te felicito, gi!!!!!
Besototes, lau :)